Preguntas Cortas: La embajada de Luis Rodríguez

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nichtz5
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Preguntas Cortas: La embajada de Luis Rodríguez

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RODRIGUEZ TABOADA. Luis I. Embajador Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Francia 1 dic. 1939. 27 feb. 1942
Hubo un momento en el cual un país, México, a través de un puñado de diplomáticos encabezados por el embajador Luis I. Rodríguez, llevó a cabo en tierras francesas y en tiempos arriesgados una serie de actividades tendientes a la protección de miles de refugiados españoles.

El embajador Luis I. Rodríguez, destacado político mexicano, se hizo cargo de la Legación de México en Francia por instrucciones del presidente Lázaro Cárdenas, en sustitución de Narciso Bassols, a mediados de 1940. Para entonces ya eran muchas las muestras de solidaridad de México hacia la República Española en guerra, primero, y después hacia los derrotados, el medio millón de refugiados que se establecieron básicamente en tierras francesas a partir de los últimos meses de 1938.

Bassols había logrado que encontraran protección en México un buen número de ellos: en agosto de 1939 habían llegado a tierras mexicanas seis mil. Sin embargo, el 20 de septiembre se anunció que se suspendía la llegada de estos refugiados. Se argumentó que el inicio de lo que habría de ser la Segunda Guerra Mundial hacía inseguro el transporte y que, por otra parte, se habían agotado los recursos para llevar a cabo la tarea.

No habría de ser sino hasta agosto de 1940, cuando el gobierno mexicano reiniciara con gran ímpetu gestiones tendientes a rescatar a los republicanos españoles atrapados en Francia. La tarea era urgente y así lo entendió el presidente Lázaro Cárdenas. Francia había caído en la primavera ante el embate nazi y su territorio se había dividido en dos, la porción ocupada directamente por los alemanes y otra a cargo del mariscal Petain, y mientras tanto los refugiados se encontraban en una situación de terrible indefensión en ambos territorios, muy especialmente en el primero.

El 23 de junio de 1940, Luis I. Rodríguez recibió las siguientes instrucciones de Cárdenas: "Con carácter urgente manifieste usted gobierno francés que México está dispuesto a recoger a todos los refugiados españoles de ambos sexos residentes en Francia […] Si el gobierno francés acepta en principio nuestra idea, expresará usted que desde el momento de su aceptación, todos los refugiados españoles quedarán bajo la protección del pabellón mexicano."

Toda la energía e inteligencia de Luis I. Rodríguez y sus colaboradores se empeñaron en llevar a buen fin un convenio entre México y la Francia de Petain, en cumplimiento de las instrucciones de Cárdenas y en beneficio de los refugiados republicanos. El gobierno francés, colaboracionista con los alemanes invasores, no puso grandes reparos a la salida de estos españoles. Los despreciaba, y si bien habían sido útiles en los trabajos de fortificación franceses, en este momento, después de la invasión alemana, resultaban innecesarios. El 23 de agosto Francia aceptó el ofrecimiento de México y se comprometió, a petición mexicana, a respetar la libertad de los refugiados en su territorio y limitar las extradiciones a España a aquellos individuos acusados de delitos del orden común.

Durante su gestión diplomática en Francia, que fue de unos cuantos meses, Luis I. Rodríguez y los diplomáticos mexicanos que colaboraban con él, hicieron cuanto estuvo en sus manos a fin de sacar de territorios franceses a la mayor cantidad posible de refugiados. Su esfuerzo no tuvo el éxito que se esperaba. El último documento que recoge el embajador Rodríguez al respecto es uno fechado el 18 de diciembre de 1940, dirigido por el Ministerio de Asuntos Extranjeros francés a la Legación de México, en el que le indica que Alemania, a través de la comisión de armisticio, ha puesto objeciones a la salida del primer grupo de refugiados que, de acuerdo con el convenio, se habrían de dirigir a México.

Las dificultades para conseguir transporte en tiempos de guerra, pero sobre todo la oposición alemana, hicieron que la que debía ser la emigración -en palabras del embajador mexicano- "más grande de cuantas hayan atravesado el Atlántico en el curso de la historia", fuera en realidad relativamente reducida. Según Luis I. Rodríguez, cuando se firmó el acuerdo franco-mexicano, se encontraban en Francia 100 000 refugiados españoles, de ellos sólo pudieron emigrar a México alrededor de 4 000 durante los años de 1941 y 1942, año este último en el que Francia cayó en su totalidad bajo el dominio nazi, terminándose por la vía de los hechos la vigencia del acuerdo.

Pero Luis I. Rodríguez no sólo cumplió a cabalidad la función que como diplomático se le había encomendado, su generosidad la rebasó. La documentación que recopiló, muestra cómo parecía multiplicarse para atender todos los llamados que desde distintos lugares de Francia y del norte de África se le dirigían. A todos respondía, a todos hacía llegar un poco de esperanza y de calor humano.
Fuente: http://www.mexicodiplomatico.org/aporta ... aboada.pdf
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