Resumen Tema: II República, Bienio Republicano-Socialista

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nichtz5
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Resumen Tema: II República, Bienio Republicano-Socialista

Mensaje por nichtz5 »

De la monarquía a la república. Los gobiernos de Berenguer y Aznar
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII nombró jefe de Gobierno al general Berenguer. Se iniciaba así un período conocido como la "Dictablanda", en el que se intentó infructuosamente volver a la situación previa a 1923. Los partidos tradicionales, liberales y conservadores, eran incapaces de articular un sistema de partidos aceptable por la sociedad española. Además, sólo gentes muy desprestigiadas con Romanones o De La Cierva, se avinieron a colaborar con Berenguer.

La lenta vuelta a las libertades constitucionales, fue aprovechada por una oposición que cada vez conseguía más apoyo. En agosto de 1930 republicanos, socialistas y otros grupos de oposición firmaron el denominado Pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a derrocar la monarquía e instaurar un régimen democrático. Para coordinar la labor de oposición crearon un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora, republicano conservador.

Alfonso XIII se vio cada vez más aislado. Muchos militares empiezan a ver con buenos ojos la posibilidad republicana. Incluso la CNT apoyo a la conspiración para traer la República, produciéndose una Huelga General en diciembre de 1930.

El 15 de diciembre de 1930, fracasó una sublevación militar republicana en Jaca. Sus líderes, Galán y García Hernández, fueron juzgados y ejecutados. La mayor parte del Comité Revolucionario fue detenido, en medio de un creciente descontento antimonárquico.

Berenguer dimitió el 14 de febrero de 1931 dando paso a un nuevo gobierno presidido por el almirante Aznar. El nuevo gabinete convocó elecciones municipales para el 12 de abril, se trataba de ir volviendo poco a poco a la legalidad constitucional. Sin embargo, las elecciones locales se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía. El triunfo aplastante en las zonas urbanas de las candidaturas republicanas y socialistas precipitó la abdicación del rey y la proclamación de la República el 14 de abril de 1931.

Segunda República, La Constitución de 1931 y el bienio reformista

La Segunda República es uno de los momentos clave de la historia contemporánea española. El proyecto de democratización y modernización que se abre en 1931, y que tantas esperanzas despertó en amplias capas de la población española, concluyó con una cruenta guerra civil.

El triunfo de las candidaturas republicanas en las grandes ciudades precipitó el 14 de Abril de 1931 la proclamación de la República. La amplitud del movimiento popular llevó a que el rey Alfonso XIII, aislado y sin apoyos, se exiliara.

Inmediatamente se formó un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora y formado por republicanos de izquierda y derecha, socialistas y nacionalistas. El gobierno debía dirigir el país hasta que unas nuevas Cortes Constituyentes dieran forma al nuevo régimen.

No obstante, el nuevo gobierno tuvo que responder desde un principio al ansia general de reformas. Adoptó las primeras medidas para la reforma agraria, inició reformas laborales, emprendió la reforma militar, aprobó legislación educativa y puso en marcha el Estatuto provisional de autonomía de Cataluña.

El ambiente social, sin embargo, se encrespó inmediatamente. A la vez que la CNT anarquista promovía una amplia campaña de huelgas, los enfrentamientos entre la Iglesia y el nuevo gobierno fueron inmediatos. El sector más conservador de la Iglesia, encabezado por el Cardenal Segura, puso todo tipo de trabas al nuevo ejecutivo. El viejo anticlericalismo afloró de nuevo y en mayo de 1931 diversas iglesias y conventos fueron asaltados y quemados. La opinión pública católica se alejó desde un primer momento del nuevo régimen republicano.

Finalmente, en junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en un ambiente de relativa tranquilidad. Las urnas dieron una clara mayoría de la coalición republicano-socialista. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, reflejó las ideas de esta mayoría. Estos son sus principales rasgos:
  • Soberanía popular. Se declaraba al nuevo estado español como una "República democrática de trabajadores de todas clases".
  • Sufragio universal masculino y femenino. Tras un largo y complejo debate en las Cortes, las mujeres españolas obtuvieron el derecho de voto.
  • Extensa declaración de derechos y libertades. Derechos civiles: divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos. Derecho a la educación.
  • Separación de Poderes del Estado. El Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales. El Poder ejecutivo lo ostentaron un Presidente de la República con escasos poderes y un gobierno dirigido por un Jefe de Gobierno nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes. El Poder judicial queda en manos de los tribunales de justicia.
  • Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía.
  • En lo relativo a la "cuestión religiosa" se establece un estado laico: se produce la separación de la Iglesia y el Estado. Desapareció el presupuesto de culto y clero. Se indica la prohibición de ejercer la educación para el clero y se decreta la Libertad de conciencia y cultos.
El Bienio Reformista (1931-1933)

Tras aprobarse la Constitución, se inició un nuevo período con un gobierno presidido por Manuel Azaña y formado por republicanos de izquierda y socialistas. En diciembre, Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República.

El gobierno republicano-socialista emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable, marcado por el ascenso del paro. Estas fueron sus principales medidas:
  • Reformas laborales, iniciadas desde el Ministerio del Trabajo por el socialista Largo Caballero, que favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos y encontraron la cerrada oposición de los empresarios.
  • Reforma educativa: se lanzó un amplio programa de construcción de escuelas y contratación de maestros: 6750 escuelas y 7000 maestros con mejores salarios. Se fijó la enseñanza mixta y la Religión dejó de ser asignatura obligatoria, lo que agudizó el enfrentamiento con la Iglesia.
  • Reforma militar. Buscando garantizar la fidelidad del Ejército al nuevo régimen republicano y propiciar la reducción del excesivo número de jefes y oficiales, se exigió el juramento de fidelidad al nuevo régimen republicano, pudiendo optar los que se negaran a ello al retiro voluntario con paga completa.
  • Reforma agraria: Se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Con ella se buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios insuficientemente explotados, dirigiéndose la reforma por el Instituto de Reforma Agraria. Su aplicación fue un fracaso y muy pocos campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó un decepción generalizada entre el campesinado en un contexto económico de paro creciente que favoreció el florecimiento del sindicalismo campesino.
  • Reforma Territorial: siguiendo el proceso abierto por la Constitución referente a la instauración de autonomías, se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña en 1932 y se empezaron los trámites para los Estatutos del País Vasco y Galicia, interrumpidos en 1933 por la llegada del gobierno radical-cedista.
  • Relaciones Iglesia-Estado: además del cambio en la relación Iglesia-Estado fijado en la Constitución del 31 y las normas referentes a educación, el gobierno republicano disolvió a los jesuitas y proclamó la Ley de Congregaciones Religiosas, que establecía un control férreo de las instituciones religiosas en España y que le granjeó la frontal oposición de la jerarquía eclesiástica.
La oposición al gobierno. Las tensiones sociales y políticas

La derecha tradicional quedó desorganizada tras la proclamación de la República en los primeros meses del nuevo régimen. La oposición conservadora quedó restringida a las Asociaciones Patronales como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux. Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes.

El debate en Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron una oposición cerrada en las fuerzas de derecha. De nuevo, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar. El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla agosto de 1932.La "Sanjurjada", mal preparada y con desigual apoyo en el ejército, fracasó. La reacción de las fuerzas que apoyaban al gobierno fue inmediata. Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya, dirigida por Francesc Maciá, triunfó en las primeras elecciones autonómicas.

Por otro lado, la izquierda revolucionaria no dio tregua al nuevo gobierno. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con más de un millón de afiliados, siguió la línea extremista marcada por los militantes de la Federación Anarquistas Ibérica (FAI). El minoritario Partido Comunista de España (PCE) se hallaba también instalado en una línea radical, defendida en aquel momento por la Komintern y Stalin. La crisis económica, la línea radical propiciada por la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un marco de fuertes tensiones sociales. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y a menudo violentos (Castilblanco, Arnedo, Baix Llobregat).

Pese al fracaso de Sanjurjo, el gobierno republicano-socialista daba muestras de claro desgaste. En ese contexto, se produjeron los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas. El escándalo consiguiente llevó al gobierno a la decisión de convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933.

Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado. Tres nuevos grupos además del Radical de Lerroux se presentaron a los comicios:
  • La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, grupo mayoritario auspiciado por la Iglesia Católica.
  • Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, en la que se agruparon los monárquicos.
  • Falange Española, la versión española del fascismo, dirigida por Jose Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador.
Mientras la izquierda se presentó fragmentada en múltiples grupos y los anarquistas llamaron a la abstención. Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores: Partido Republicano Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles. El triunfo conservador fue contestado por una insurrección anarquista que fue tuvo como resultado más de cien muertos.

Fuente: http://www.historiasiglo20.org/HE/12b-2.htm, http://www.historiasiglo20.org/HE/13a-1.htm, Apuntes de la asignatura, Elaboración propia
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