Resumen Tema: Apogeo de la Dictadura (1953-1962)

Responder
Avatar de Usuario
nichtz5
Solutrense
Solutrense
Mensajes: 456
Registrado: 08 Sep 2009, 12:50
Ubicación: Madrid

Resumen Tema: Apogeo de la Dictadura (1953-1962)

Mensaje por nichtz5 »

La Inserción en Occidente

Pactos con Estados Unidos (1953)

Se puede afirmar que el inicio de la guerra fría salvó al régimen de Franco. La hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional norteamericana. En el interior eran los tiempos de la histeria anticomunista propiciada por el senador McCarthy. En 1950, la ONU, a instancias de EEUU, recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio España recibió una ayuda económica norteamericana no comparable a la que recibieron otros países europeos con el Plan Marshall. El fin del aislamiento internacional quedó claramente expuesto con la visita del presidente norteamericano Eisenhower a España en 1959. El abrazo entre el general que había intervenido de forma clave en la derrota de Hitler y el dictador que había sido aliado del Führer mostraba como la guerra fría había cambiado la política internacional.

Concordato con el Vaticano (1953)

Aprovechando los 100 años del anterior Concordato de 1851, el general Franco escribe a Pío XII pidiendo uno nuevo, el cual llegaría a llamarse con el tiempo Concordato español de 1953. El intento del Régimen de Franco en este asunto no era nuevo, se arrastraba desde el fin de la Guerra Civil Española. El papado, que notaba el peso de sus anteriores Concordatos con Mussolini con los Pactos de Letrán y con Hitler con el Concordato imperial, se mostró reticente, y no firmó hasta que tuvo el régimen tuvo cierto reconocimiento internacional. La Iglesia confirmó la confesionalidad del Estado y el más completo reconocimiento de la Iglesia Católica en España. Se completó la restauración de los privilegios del Clero, que habían sido eliminados en una parte en políticas liberales. Asimismo, aseguraba la independencia de la Iglesia y garantizaba el aspecto jurídico de la misma. También se confirió el derecho de presentar los Obispos por parte del Jefe del Estado, y la validez del Matrimonio Canónico El régimen franquista logró lo que deseaba Franco: reconocimiento internacional de su Régimen. El Concordato de 1953 continuó en vigor hasta la aprobación de la Constitución española de 1978, siendo sustituido por cuatro acuerdos firmados en 1979.

El ingreso en la ONU (1955)

A mediados de 1950, la ONU dictaba una resolución -apoyada por EEUU, con la abstención de Francia y Gran Bretaña- que derogaba los acuerdos anteriores de 1946 y terminaba con el aislamiento impuesto a España en ámbitos internacionales tras la II Guerra Mundial. A partir de entonces, España pudo incorporarse a distintos organismos de carácter internacional como la OMS o la UNESCO. El ingreso en la ONU era cuestión de tiempo y se vio facilitado por la firma del Concordato con la Santa Sede y los pactos con los EEUU, acuerdos con los que el régimen franquista afirmaba su posición internacional. Finalmente, el 15 de diciembre de 1955 España se incorporaba, junto a otros quince países, a la Organización de Naciones Unidas. Desde este momento y hasta el declive final de la dictadura, la política internacional dejó de ser un problema grave para el gobierno franquista. Paradójicamente, desde la década de los 50 la contestación interna el régimen no hizo más que aumentar.

La Crisis de 1956

Los sucesos universitarios

En la universidad, las tensiones fueron creciendo en demanda de más libertad en las cátedras y en las aulas. El malestar universitario culminó en los incidentes de la Universidad Complutense de Madrid en 1956 con enfrentamientos entre los estudiantes y los falangistas del SEU. Estos incidentes, que provocaron la dimisión del ministro de Educación Ruiz-Giménez, mostraron la aparición de una nueva generación, formada esencialmente por los hijos de los vencedores, que iniciaba su oposición a la dictadura.

El fin del Protectorado de Marruecos

Con el Desembarco aliado en el Marruecos francés en 1942, los marroquíes fundaron partidos políticos en todo Marruecos, que publicaron un manifiesto pidiendo la independencia. En 1948 los partidos nacionalistas marroquíes forman un Frente Nacional con el objetivo de lograr la independencia. En repetidas ocasiones, el sultán señaló que él deseaba lo mismo. Por ello, en 1952 Francia depuso al sultán y lo desterró sustituyéndolo por otro. España mostró su descontento por no haber sido informada previamente. Esto hizo que la situación en el Marruecos francés fuese deteriorándose, lo que llevó a los franceses a permitir el regreso del sultán en 1955. Un año después, el 2 de marzo de 1956, Mohammed V consiguió el reconocimiento de la independencia de su país por parte de Francia. El 7 de abril de 1956 la dictadura franquista, a pesar de las protestas formuladas por el Ejército hace lo propio reconociendo la independencia marroquí. Finalizaban de esta forma los protectorados ejercidos por Francia y España, respectivamente, sobre Marruecos. La zona sur (Cabo Juby o Tarfaya) no pasó a soberanía marroquí hasta 1958, en tanto que Ifni, que se había convertido en provincia española ese mismo año tras la guerra homónima, hizo lo propio once años más tarde, siguiendo las resoluciones de Naciones Unidas.

El Sahara español fue una colonia y, posteriormente, provincia española en África, surgida de la unión en 1958 de los territorios de Saguia el Hamra y Río de Oro, después de que la agrupación de territorios del África Occidental Española dejara de existir. En 1976, después de la Marcha Verde de Marruecos sobre el territorio, España lo abandonó. Desde ese momento el llamado Sahara Occidental es disputado por Marruecos, que se lo anexiona sin reconocimiento internacional, y la República Árabe Saharaui Democrática, la cual quiere establecer un estado independiente en el antiguo territorio provincial.

El reajuste gubernamental

En 1956 ya era imprescindible clarificar qué modelo económico se seguiría en el futuro. Pero esta idea se cruzó con importantes tensiones políticas por lo que el nuevo camino a seguir no quedó clarificado hasta la formación de un nuevo gobierno. El 16 de febrero de 1956 fue nombrado ministro general del Movimiento, José Luis de Arrese quien se reincorpora a la escena política porque se lo pide Franco y porque ve la oportunidad de institucionalización del Movimiento.

Arrese pretendía convertir la estructura del Movimiento en el foro de debate político entra las distintas tendencias que apoyaban al régimen, pero con la condición de que fuera el Movimiento el centro neurálgico, del cual surgirían las directrices políticas de la gestión gubernamental. Para impulsar este proyecto, Arrese pretendía que se aprobasen tres leyes:
  • Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, en la que quedaría definida la doctrina del Estado español.
  • Ley Orgánica del Movimiento, con la que se fijarían los poderes del Movimiento dentro del Estado.
  • Ley de ordenación de la Jefatura de Estado, con la que se señalarían las funciones distintivas del Jefe de Estado y las del Jefe del Gobierno.
Estas leyes tenían que dar rango constitucional al momento que vivía España a la vez que estructuraban el Movimiento Nacional como fuente de poder encargada de la continuidad del régimen, al mismo que establecía las facultades que debían de tener los jefes de estado, estableciendo unas garantías que protegiesen la continuidad del régimen. Ante la propuesta de Arrese fueron muchos los sectores que se opusieron a ella: monárquicos, tradicionalistas y la jerarquía eclesiástica. Pocos días después, Franco ordenó a Arrese que modificase sus propuestas por la hostilidad general que éstas habían causado y sobre todo porque el Caudillo no deseaba enemistarse con la jerarquía eclesiástica. El cambio de gobierno necesario para que se formalizase la recomposición de las fuerzas internas tardaría un par de meses en realizarse, entre otras cosas porque Franco necesitaba tiempo para ello. Franco tenía grandes dudas sobre cómo conseguir el equilibrio necesario para la buena marcha del régimen. La figura de Carrero Blanco fue decisiva para ello. La quiebra económica y las protestas de obreros y estudiantes .hacían cada vez más evidente la necesidad de acabar con las tensiones internas que paralizaban el régimen.

Las huelgas obreras de 1956 a 1958

En los años 50 se estaban produciendo -cada vez con más frecuencia- movilizaciones obreras que exigían mayores salarios con los que hacer frente a la supervivencia. En 1956 el malestar obrero estaba alcanzando un punto límite. José Antonio Girón, ministro de Trabajo, era consciente del malestar general, por lo que en marzo de 1956 decretó un aumento general de los salarios del 16% con el objetivo de desactivar este malestar popular. Pero este hecho llegaba demasiado tarde. En las grandes empresas del País Vasco y Cataluña, así como en la minería asturiana, apareció un movimiento huelguístico de gran amplitud provocado en gran medida por trabajadores jóvenes. Las constantes movilizaciones llevaron a Girón a decretar otro e importante aumento salarial, lo que unido al de marzo representaba un aumento de casi el 50%, permitiendo a los trabajadores que recuperaran –por primera vez- el poder adquisitivo de preguerra. Pero el aumento salarial no impidió nuevos conflictos aunque estimuló un aumento general de los precios.

La espiral inflacionista se añadió al deterioro de la balanza comercial creando una situación económica insostenible que sufrían especialmente los trabajadores. A lo largo de 1957, el malestar popular se manifestó de formas diversas: protestas en la minería asturiana y nuevo boicot a los tranvías de Barcelona y Madrid. En 1958 la conflictividad laboral se hizo de nuevo muy importante, primero en la minería y después en las áreas industriales del País Vasco y Cataluña. La represión fue implacable, produciéndose centenares de detenciones.

El Gobierno Tecnócrata

El incipiente desarrollo trajo una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco, tras veinte años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959.

Los principios del Movimiento

El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que simplemente se resumían los viejos principios ideológicos del régimen. La Ley de Principios del Movimiento Nacional es una de las siete Leyes Fundamentales del régimen de Franco (ocho si se cuenta la Ley para la Reforma Política). Establecía, como su nombre indica, los principios en los cuales estaba basado el régimen, los ideales de Patria, familia y religión, junto con el máximo respeto de las Leyes Fundamentales y a la Monarquía de tipo conservadora que en teoría había en la España del momento. Fue promulgada directamente por Franco y aprobada por las Cortes mediante aclamación.

La Ley de Orden Público

La Ley del orden Público, promulgada en el verano de 1959, nombraba un juez militar especial para las actividades terroristas. Esto, junto a la legislación sobre la rebelión militar de 1960, proporcionaba al poder los instrumentos para no tener que temer nada de la oposición.

El Plan de Liberalización y Estabilización Económica

Diseñado por los tecnócratas del Opus Dei que habían accedido al gobierno en 1957, este plan económico fue elaborado siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trataba ante todo de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del estado, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras. Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico. También se produjo la emigración de casi dos millones de españoles debido al aumento desmesurado del paro.

Fuente: http://www.historiasiglo20.org/HE/15.htm, http://www.lfmadrid.net/RAPSODEL/wp-con ... quismo.pdf, Apuntes de la asignatura, Elaboración propia, http://www.wikipedia.org/
Responder