Reformas Borbónicas de la administración de las colonias

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Pilux
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Reformas Borbónicas de la administración de las colonias

Mensaje por Pilux »

Reformas Borbónicas de la administración de las colonias americanas.

24/01/2005

Carlos Malamud

Cuando se produjo el cambio de dinastía en España a principios del siglo XVIII, los Borbones renovaron a los Austrias, y entre todos sus paquetes de medidas liberalizadoras, uno de sus principales objetivos era la reforma de la administración imperial, la reforma de las colonias americanas.
Se trataba, en definitiva, de hacer más eficiente la administración y, sobre todo, de recobrar el control del imperio, que por unos motivos o por otros, se había ido perdiendo a lo largo del siglo XVII.

Prueba de ello era:

- el escandaloso proceso de venta de cargos públicos en la administración colonial y
- el elevado margen de autonomía que tenían las oligarquías locales en las distintas regiones de América.

Sin embargo, hacer más eficiente la administración colonial implicaba una mayor explotación colonial, explotar de un modo más rápido a los territorios coloniales, a la producción colonial y a los propios colonos.

Algo similar ocurrió en Brasil con las reformas pombalinas, y en Estados Unidos -en lo que eran entonces las 13 colonias- antes de la independencia, cuando la voracidad fiscal de la metrópoli inglesa motivó una airada reacción por parte de los colonos de lo que eran las 13 colonias, y desembocó en la independencia de lo que serían los Estados Unidos.

Evidentemente, en la América española, este proceso da lugar a toda una serie de protestas de los afectados,

- los propios colonos y la sociedad colonial,
- los funcionarios que veían como su anterior ritmo de vida, mucho más cómodo y relajado, era puesto a prueba por estos nuevos monarcas que intentaban una administración más eficiente.

Una prueba de ello lo tenemos, a modo anecdótico, cuando la corona española intentó introducir el sistema de contabilidad por partida doble en la Real Hacienda. Hasta entonces, si algo caracterizaba a los funcionarios fiscales era que los libros eran algo digno de ser visto o de ser tenido en cuenta, sin tachaduras y sin enmiendas.

A partir de entonces, los libros de cuentas fiscales, eran un sinnúmero de borrones, de tachones, de manchas de tinta, tal vez prueba del descontento de los burócratas coloniales ante ese vano intento de la superioridad de volverlos más productivos y eficientes. Huelga decir que la corona tuvo que dar marcha atrás en este intento de racionalidad y de modernización.

Pero esto es sólo una muestra de un vasto proyecto reformista que abarcaba, sobre todo, a la administración y a la economía. Se trataba, en lo que se refiere a la administración, de volverla mucho más moderna y eficiente, y en lo que respecta a la economía está afectó, sobre todo, a los aspectos productivos, centrados en la agricultura y en la minería, pero también a la fiscalidad y, sobre todo, al comercio, tanto en su vertiente trasatlántica, el comercio colonial entre la metrópoli y sus colonias como al propio comercio interregional y local en las colonias americanas.

En lo que a la administración se refiere quizás la medida más destacable de todo este programa de reformas fue la creación de intendencias, un proceso que vino precedido por una serie de visitas, sobre todo, de Gálvez en la Nueva España, que darían lugar a la introducción de un modelo administrativo basado en la experiencia francesa (no hay que olvidar las raíces galas de los Borbones) y, por lo tanto, se trataba de juntar en la figura del intendente a las ramas fiscal, gubernativa, militar y judicial de la administración.

Éste proceso tuvo mucha resistencia tanto por los funcionarios como por la sociedad colonial que veían en este avance del poder central una mayor injerencia en los problemas internos. Por eso los Borbones pusieron mucho énfasis en impedir los lazos, hasta entonces bastante comunes, entre las altas jerarquías de la administración pública y las oligarquías locales. Esto es algo que se tuvo muy claro durante la administración del monarca Carlos III, el monarca reformista por excelencia.

En cuanto a las actividades productivas, minería y agricultura. Se trataba de que se produjera más, y este objetivo no era ni trivial ni voluntarista sino que se pretendía que se produjera más para que se pagaran más impuestos. En este sentido no hay que olvidar el importante impuesto del quinto, del diezmo real, pagado por la minería de plata, que era quizás la producción más rentable de toda la América española, sobre todo a partir de los yacimientos de Potosí en el alto Perú y de Zacatecas, Sombrerete y otros en la Nueva España.

El siglo XVIII va a asistir al declive de la minería alto peruana, de la minería potosina, para ver la expansión de la minería novohispana y, en ese sentido, es importante tener presente el elevado número de casas de moneda (cecas) que se crean en ese entonces, así como centros de la Real Hacienda que van a funcionar como los principales elementos de recaudación.

Respecto a la agricultura se van a promocionar aquellas especies más vinculadas a la actividad exportadora y que se comenzaban a consumir en Europa, tanto en España como fuera de ella.

La fiscalidad se intenta hacer de una manera más racional, intentando que las rentas de la Real Hacienda aumenten considerablemente. Quizás, el objetivo principal era volver a la administración del imperio autosuficiente, sin que esto le costara nada a la corona de España.

Las principales actividades reformistas se centraron en el comercio. Se trataba de ir abriendo un comercio que durante mucho tiempo se había caracterizado por ser monopolista, es decir un comercio cerrado a los intercambios entre los puertos peninsulares y los puertos americanos y más concretamente entre unos pocos puertos andaluces y unos pocos puertos de Indias. En ese sentido, el monopolio comercial español era el monopolio ejercido primero por Sevilla, y luego por Cádiz y que permitía únicamente comerciar con unos pocos puertos de las Américas como eran la Habana, Portobello, Panamá y Veracruz.

Con el paso del tiempo este comercio se fue abriendo y finalmente, a partir del reglamento de comercio libre y protegido de 1778, se va a permitir a una serie de puertos peninsulares, tanto del Mediterráneo como del Atlántico, y a la mayor parte de los puertos americanos, a comerciar entre América y España.

Sin embargo, y en contra de lo que se suele admitir no se trataba de un libre comercio como tal sino que era un comercio libre y protegido entre España e Indias que no es necesariamente lo mismo.

Estos intentos de convertir a la administración en más eficaz y más eficiente y de convertir también al imperio, un imperio que oprimía a los colonos, va a provocar una serie de revueltas antifiscales que se van a considerar, en líneas generales, como movimientos sociales previos a la emancipación.

Esto va a ocurrir en una serie de lugares del norte al sur del imperio, en los Andes, donde quizás la revuelta más importante ha sido la de Tupac Amaru, también en Paraguay, en Asunción, con la revuelta de los comuneros, en nueva Granada, y en algunos lugares de México.

En todos estos movimientos, por lo general, la consigna más coreada era la de viva el buen rey abajo el mal gobierno. Sin embargo, pese a esto, muchos historiadores, sobre todo pertenecientes a las principales corrientes historiográficas latinoamericanas se han empeñado en presentar estos movimientos, como movimientos precursores a la emancipación.

Nada más lejos de esto, se trataba claramente de revueltas antifiscales, de revueltas que, de alguna manera, estaban protestando por esa mayor presión fiscal en contra de los colonos y que, de alguna manera, sintetizan lo que se ha dicho anteriormente. El objetivo claro de las reformas borbónicas, ese objetivo de tener una administración mucho más eficiente, mucho más centralizada, una administración que, en definitiva, explotaba más a los colonos y a las colonias, y de esto era precisamente de lo que se quejaban aquellos que alzaban las armas y sus voces al grito de Viva el buen rey y abajo el mal gobierno.
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Eme
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Re: Reformas Borbónicas de la administración de las colonias

Mensaje por Eme »

Muchas gracias :D :smt023
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Yaiza
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Re: Reformas Borbónicas de la administración de las colonias

Mensaje por Yaiza »

Gracias de nuevo...
Por encima de la torpeza y cobardía generales, aparece un ideal agrupador de regiones antagónicas y de clases en pugna, un ideal que extrae su fuerza del mutuo instinto de conservación y es el intelectual - no el poeta de ojos tristes
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