Relación Corona-Iglesia en el periodo colonial

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Pilux
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Relación Corona-Iglesia en el periodo colonial

Mensaje por Pilux »

¿Cómo se desarrolló la relación entre la corona y la Iglesia española durante el periodo colonial?

Durante el periodo colonial en la Iglesia mantuvo una fuerte dependencia respecto a la corona ya desde el segundo viaje de Colón, debido a los privilegios y derechos otorgados por el Papado a la monarquía española.

Cuando Colón llegó a las Antillas, el papado había estado interviniendo durante más de medio siglo en las expediciones exploración y conquista tanto de Portugal como de Castilla. En el caso de las Indias españolas, las Bulas que los papas Alejandro VI, Julio II y Adriano VI otorgaron a corona castellana, determinarían la estructura esencial del trabajo de evangelización católica en América.

Los Reyes Católicos estaban obligados a promover la conversión de los habitantes de las tierras descubiertas y a proteger y mantener a la iglesia militante bajo el Patronato Real a cambio de la legitimación de los derechos que reivindicaban sobre el continente. De este modo, la corona de Castilla asumiría el control de la vida de la Iglesia en un grado desconocido en Europa.

La política eclesiástica se convirtió en un aspecto más de la política colonial, coordinada a partir de 1524 por el Consejo de Indias, ya bajo el reinado de Carlos I, por el que se facultaba a la corona a presentar candidatos a las vacantes eclesiásticas en todos los niveles y se responsabilizaba de pagar los salarios y de construir y dotar catedrales, iglesias, monasterios y hospitales con los diezmos de la producción agrícola y ganadera.

La corona también se reservaba el derecho de autorizar el traslado del personal eclesiástico a las Indias, y en 1538 introdujo el Pase Regio o Autorización Real, por el que todas las comunicaciones entre Roma y las Indias tendrían que llevarse al Consejo para su aprobación, una potestad regalista que completó al año siguiente, ordenando a los obispos a remitir a la corona cualquier súplica hecha al Papa.

Todo este conjunto de privilegios, conocidos como Patronato Real condujo a una progresiva injerencia del poder civil en el campo eclesiástico.

La Iglesia de América tenía como misión activar la sumisión y la europeización de los indios y predicar la lealtad a la corona de Castilla. Si la Iglesia no cumplía con esta función pasaba a considerarse como un problema político.
La Iglesia tuvo que adaptarse a los intereses del poder secular de la corona española, entre otras razones por:

- la preocupación por el engrandecimiento familiar de los papas renacentistas, especialmente Alejandro VI
- el predominio del emperador en la política europea
- la ola creciente de protestantismo donde el papado contaba con la ayuda de los Reyes españoles.
- la carencia de medios de Roma para organizar y financiar la propagación de la fe en el Nuevo Mundo sin disponer de ayudas políticas

Pero Carlos I no había logrado su verdadero objetivo, la nacionalización de la Iglesia en América tratando de convertir para ello, Al Patriarca de Indias en Vicario de la Iglesia americana. Felipe II heredó esta preocupación paterna e intentaría obtener el patriarcado efectivo, mientras que Pío V intentó, sin éxito, establecer un Nuncio. Se trataba en realidad de una lucha por el poder.

- Si el rey lograba el Vicariato tendría bajo su autoridad la Iglesia americana, sin tener que contar con el Papa, más que para los asuntos de fe.
- Si el Papa lograba designar un nuncio en América, éste actuaría como su embajador, vinculando directamente dicha Iglesia a Roma, y desarticulando su dependencia de España.

Hubo varios intentos por parte del Felipe II para conseguir la creación del patriarcado americano bajo diferentes fórmulas, pero en ningún momento el papado estuvo dispuesto a concederlo, temiendo que la creación de una instancia equivalente a Roma hiciera innecesario su consentimiento y acabará provocando una escisión o que apareciera una nueva Iglesia nacional a semejanza de lo ocurrido con la anglicana.

En contraposición, los Papas intentaron frenar el control de la corona hispana sobre la Iglesia en América tratando de instituir una nunciatura en América bajo control directo del Papado. Pero la respuesta de la corona fue contundente, como así lo demuestra:

- el veto del envío de un nuncio a La Española, bajo los Reyes Católicos,
- la expulsión de un legado papal enviado en secreto a la isla, bajo Carlos V
- la negativa de discusión, bajo Felipe II.
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Pilux
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Re: Relación Corona-Iglesia en el periodo colonial

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Pero ninguno consiguió su objetivo ya que ni hubo vicario ni hubo nuncio. El Patriarcado de Indias siguió siendo un título honorífico y con sede en España. Pese a todo, Felipe II consiguió independizar la iglesia indiana de la arquidiócesis de Sevilla (desde donde la controlaría Roma) y darle autonomía al crearse la arquidiócesis de Santo Domingo, a la que siguieron luego otras.

A pesar de no tener la facultad, Felipe II designó arbitrariamente las jurisdicciones de tales diócesis ensamblando la organización eclesiástica con la civil y militar. Los monarcas del siglo XVII mantuvieron ya estas conquistas temporales frente al Papado sin grandes alteraciones.

Sin embargo, el siglo XVIII comenzó con una gran tensión entre Estado e Iglesia como consecuencia del papel que ésta había adoptado durante la guerra de Sucesión, cuando se alineó junto al archiduque Carlos de Austria frente al pretendiente Borbón. Felipe V rompió las relaciones con Roma en 1709 lo que motivó la desavenencia entre Madrid y Roma durante la primera mitad del siglo. Fernando VI restableció las relaciones y firmó el Concordato de 1753, que permitió introducir en la Iglesia española los beneficios del patronato indiano.

La llegada de los Borbones franceses hizo que el regalismo se reforzará considerablemente con un galicanismo reformista y de carácter ilustrado, que se mostraba interesado por la educación en todos los niveles.

Con Carlos III el control regio alcanzaría una nueva dimensión con la aplicación en el campo religioso de la doctrina regalista. Algunos tratados de siglo XVIII sostenían la opinión de que el monarca recibía su autoridad de Dios y podía y debía controlar la Iglesia. Esta doctrina, conocida como el Regio Vicariato, quedó plasmada en la Real Cédula de 14 julio 1765 y por medio de esta, la autoridad Pontificia era ejercida en América por el rey en toda la jurisdicción eclesiástica, excepto la potestad de orden -los sacramentos- que no era accesible a los seglares. Desde este momento el rey de España fue la cabeza de la Iglesia en América.

Por otra parte, los regalistas reformadores ilustrados veían a los jesuitas como el obstáculo decisivo para la confirmación del poder estatal sobre el Iglesia ya que tenían amplios poderes en el campo de la educación así como en la orientación de las conciencias y la doctrina jesuítica llegó incluso a convertirse en sinónimo de presunta deslealtad hacia la corona y hacia los derechos que reclamaba.

La campaña antijesuítica declarada desde mediados del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, culminó con la Pragmática Sanción de 27 febrero 1767, por la que se expulsaba a todos los miembros de la orden de sus dominios, tanto en Europa como en América. Las consecuencias fueron calamitosas, ya no sólo en las universidades, colegios y misiones sino que fue también una derrota para el Iglesia que se quedaba prácticamente indefensa ante el Estado e ingresaba desarmada a la etapa preindependentista.

La ofensiva regalista buscó colocar el aparato eclesiástico bajo un control estatal aún más rígido y durante las dos últimas décadas de gobierno colonial español, la Iglesia -especialmente el alto clero, predominantemente español- se mostró más dependiente y subordinada respecto al Estado de lo que pudo haberlo sido antes.

En resumen:

- La Iglesia mantuvo desde los primeros momentos de la conquista una fuerte dependencia respecto a la Corona y la pugna entre ambos sería constante.
- La causa principal era la conquista de privilegios y derechos
- El Patronato Real condujo a una progresiva injerencia del poder civil en el campo eclesiástico y supuso el control real de todos los nombramientos eclesiásticos y de la organización religiosa en general en América, aunque comportase también la obligación de la Corona de financiar diócesis y órdenes.
- La Iglesia tuvo que adaptarse a los intereses del poder secular de la corona española a la vez que intentó frenar el control de ésta sobre la Iglesia.
- Carlos I buscaba la nacionalización de la Iglesia en América, objetivo que también persiguió Felipe II, mientras que el papado persiguió la designación de un nuncio en América, pero ninguno consiguió su objetivo. Ni hubo vicario ni hubo nuncio.
- La llegada de los Borbones, influidos por el galicanismo reformista, reforzó el regalismo y supuso la nacionalización de la Iglesia en América


BIBLIOGRAFIA
BARNADAS, J. M.: “La Iglesia católica en la Hispanoamérica colonial” en L. BETHELL (ed.): Historia de América Latina. Barcelona, Crítica, 1990. Tomo II, capítulo VI.
CIUDAD, A.; LUCENA, M. y MALAMUD, C.: Historia de América, T. 10 del Manual de Historia Universal, Historia 16, Madrid, 1992.
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