La vigencia del populismo

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Pilux
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La vigencia del populismo

Mensaje por Pilux »

09/01/2006

"HISTORIA DE AMÉRICA LATINA. SIGLO XX" La vigencia del populismo.

Carlos Malamud


En los años 30 y 40 del siglo XX una serie de movimientos populares comenzaron a desarrollarse en América del Sur, sobre todo en Brasil con Getúlio Vargas, en Argentina con Perón, y otros países como México o Ecuador en menor medida.

Se trataba de movimientos que tuvieron la denominación general de populismos en cuanto que encarnaban una voluntad decidida y firme de convocar a las masas populares. Quizá uno de sus máximos objetivos era integrar a estas masas en el sistema político, económico, en la vida social y en general en todo el entramado político social de sus respectivos países.

En líneas generales fue algo que consiguió el varguismo en Brasil como el peronismo en Argentina, y en menor medida, el cardenismo en México, aunque este último estaba más entroncado con todo el movimiento proveniente de la revolución mexicana.

Estas líneas generales que desarrollaron movimientos muy particulares donde el peso del liderazgo, el peso del caudillo era determinante, a tal punto que hoy los conocemos con el nombre de sus líderes, varguismo, peronismo, cardenismo y también por una particular visión del peso de los partidos políticos que eran minusvalorados.

Se trataba, en su lugar, de construir grandes movimientos políticos en un espectro muy amplio que iban desde la izquierda a la derecha y esto va hacer de estos movimientos, que van a plantear una relación directa entre el pueblo y el líder, entre las masas y los dirigentes, sin la intermediación de los partidos, algo muy especial en la historia latinoamericana.

Cuando se produjo la transición a la democracia en el siglo XX, en las décadas de los 80 y los 90, parecía que definitivamente el viejo fantasma del populismo había sido enterrado definitivamente en la historia de Latinoamérica. Hoy, algunos años después de estas creencias, lamentablemente falsas, nos encontramos con que la situación está modificándose de una forma importante, a tal punto que uno de los máximos referentes en el mundo actual de América Latina lo encontramos en Venezuela, donde el comandante Hugo Chávez, a través de su revolución bolivariana, está intentando recrear de alguna forma los viejos fenómenos que el peronismo, de la primera gobernación de los años 40 y principios de los 50, había hecho en Argentina.

Y si se mira quien fue uno de los principales asesores en la primera etapa del gobierno de Chávez se encuentra con un personaje como Norberto Ceresole, muy vinculado al fascismo peronista.


¿Qué es lo que define al populismo antes y ahora?

1. El protagonismo del líder carismático

En primer lugar el peso excesivo, el protagonismo del líder carismático, del caudillo, de gran jefe. Éste puede ser alguien que viene del mundo militar preferentemente ya que a esa característica del caudillo se le agrega el peso del hombre de armas pero también con un contenido fuertemente machista. No se trata sólo de un nivel carismático sino de un líder capaz de enfrentarse a los problemas profundos que tiene el país aunque finalmente no le dé ninguna solución.

Este líder va a establecer una relación directa con las masas, sin la intermediación de los partidos políticos y esto hará que se apueste claramente por lo que se llama democracia participativa en desmedro de la democracia del parlamento y del resto de las instituciones.

2. La división profunda de la sociedad en dos partes antagónicas e irreconciliables.

Junto con este hecho, y es el caudillismo carismático propio de los populismos, nos encontramos con otra situación que define claramente la gestión de muchos de ellos y básicamente tanto la de Perón en su momento como la del comandante Chávez en la actualidad.

Se trata de una división profunda de la sociedad en dos partes totalmente antagónicas e irreconciliables. Esto es, lo que Perón en su momento llamó la patria y la antipatria. Por supuesto que la patria, los seguidores de Perón son los que encarnaban la totalidad de los valores positivos del país mientras que en la antipatria, los traidores estaban contra la nación, su esencia y su nacionalidad. Es evidente que todos los que estaban con el líder, con Perón, formaban parte de la patria mientras que los opositores eran por definición, antipatria, eran traidores y, por lo tanto, debían ser descalificados como tales. Este enfrentamiento permitía a los líderes populistas galvanizar a la sociedad detrás de las posturas del máximo dirigente y, de esta forma, esa galvanización, detrás inclusive de consignas claramente antiimperialistas va a garantizar la gobernabilidad del país o al menos la eliminación de las contradicciones que podían afectar la gobernabilidad.

Vale la pena recordar los mecanismos con los cuales Perón llegó a la presidencia en una dura campaña electoral a mediados de la década de 1940, cuando la consigna principal que llevó el dirigente peronista a sus elecciones fue la de Braden o Perón, siendo Braden el embajador de los Estados Unidos en la Argentina y lo que estaba marcando esa consigna era claramente y la lucha entre Argentina y el imperialismo americano, entre los buenos y los malos.

Este enfoque se intenta recrear de una forma clara en la Venezuela bolivariana cuando, de una manera rotunda, el comandante Chávez alerta sobre los peligros permanentes que existen en el país de una invasión norteamericana, peligros, por otra parte, bastante infundados.

Muy en relación con este intento de polarizar a la sociedad en dos y de recrear los valores nacionalistas nos encontramos con la exaltación de los líderes de la independencia. En este sentido, durante el peronismo se hacía una alusión bastante importante al general José de San Martín, uno de los héroes de la independencia argentina, mientras que en la Venezuela de Chávez nos encontramos con las exaltaciones permanentes a Simón Bolívar, que se ha convertido de la noche a la mañana en el máximo ideólogo de la revolución bolivariana e inclusive en la encarnación de todos los valores que el régimen chavista ha denominado el socialismo del siglo XXI.

3. La definición de un movimiento político

Otra nota característica de los populismos es la dificultad que tenemos de forma constante y permanente para definirlo como un movimiento político encasillado en algún lugar concreto de la realidad. En este sentido tan difícil es encasillar al peronismo como es hoy y encasillar al chavismo.


4. La utilización de los presupuestos generales del Estado

Por último, nos encontramos con la utilización de los presupuestos generales del Estado de una forma discrecional para orientar esas políticas que teóricamente van a satisfacer algunas peticiones de las masas pero que, en general, no están orientadas ni a la creación de riqueza estable y permanente ni a la creación de puestos de trabajo. En ese sentido, nos encontramos con que la situación de Argentina en 1955, cuando se produjo la caída del peronismo y la situación económica era bastante crítica, mientras que, por otro lado, en estos momentos nos encontramos que después de varios años de gobierno de Hugo Chávez y más allá de la ingente cantidad de dinero gastado en políticas de tipo asistencialista, el combate contra la pobreza ha fracasado en toda regla, toda vez que el número de pobres ha crecido en el país en vez de reducirse.

5. La capacidad de movilización de la población

La última de las notas características de los populismos en América Latina, antes y ahora y es la enorme capacidad que tienen para movilizar a la población detrás de unas claras consignas asentadas sobre bases concretas de la realidad, hechos reales como pueden ser la discriminación existente entre pobres y ricos, las desigualdades sociales y la dificultad para acceder tanto a la medicina como a otras conquistas sociales, a la educación, todo lo cual se apoya en hechos importantes y determinantes, pero a su vez, esa gran dificultad para partir de ahí, hacer avanzar las conquistas sociales pero evitando la crispación social y provocando la participación de toda la sociedad.

Esto fue algo que en su momento dividió a la sociedad argentina en dos partes irreconciliables a tal punto que después de 1955, cuando la llamada revolución libertadora acabó con el régimen de Perón, hubo que esperar a que pasarán más de 30 a 40 años para que la sociedad argentina pudiera empezar a recomponer las heridas de tantos años de división y de enfrentamiento.

Lamentablemente el riesgo que se corre en la Venezuela actual es que nos encontremos con una situación muy similar a la existente en la Argentina del peronismo donde antiperonistas y peronistas competían entre sí y eso hacía imposible lograr el avance de la sociedad argentina.

De alguna manera, el peligro que se está corriendo en Venezuela es llegar a una situación parecida y la abstención de la oposición en las últimas elecciones parlamentarias como las propuestas existentes actualmente de que Chaves extienda su gobierno hasta 2030 nos indica que vamos por un mal camino.
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Eme
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Re: La vigencia del populismo

Mensaje por Eme »

:smt023 :D :smt039
"Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar." Marquesa de Sevigné.
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marducki
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Re: La vigencia del populismo

Mensaje por marducki »

:wink:
Elemental querido Watson...
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Fantine
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Re: La vigencia del populismo

Mensaje por Fantine »

Qué interesante. Gracias :)
El genio, ese poder que deslumbra a los ojos humanos, no es a menudo otra cosa que perseverancia bien disfrazada. Johann Wolfgang von Goethe
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Yaiza
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Re: La vigencia del populismo

Mensaje por Yaiza »

Pues sí, super interesante :smt023 Gracias.
Por encima de la torpeza y cobardía generales, aparece un ideal agrupador de regiones antagónicas y de clases en pugna, un ideal que extrae su fuerza del mutuo instinto de conservación y es el intelectual - no el poeta de ojos tristes
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