Procesos integración en América Latina (I)

Responder
Avatar de Usuario
Pilux
Solutrense
Solutrense
Mensajes: 452
Registrado: 18 Nov 2008, 13:51

Procesos integración en América Latina (I)

Mensaje por Pilux »

09/10/2006

"HISTORIA POLÍTICA DE AMÉRICA LATINA. SIGLO XX"
Procesos de integración en América Latina (I)

Carlos Malamud


Para comenzar, vale la pena remontarse a las décadas de 1960 y 1970 cuando comenzaron a sentarse las bases más precisas de un proceso que, podríamos decir, surge con la misma independencia.

Cuando se produce la ruptura de los lazos coloniales con la antigua metrópoli, el imperio era uno pero luego se fragmenta en distintas unidades políticas y ese sentimiento de pérdida de un pasado imperial hace pensar en las ventajas de una unidad continental.

Sin embargo, este proceso empieza a fraguarse de una manera inteligente y eficaz a partir de mediados del siglo XX, sobre todo a partir de las décadas de los 60 y 70. Es cuando surge el ALALC, el Área Latinoamericana de Libre Comercio, que pensaba en la integración regional como un todo prácticamente de ámbito continental. Sin embargo, la experiencia del ALALC y posteriormente del ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) terminaron fracasando básicamente por una cuestión importante y es que, más allá de la retórica y del deseo de imponer un área de Libre Comercio a escala continental, como expresa precisamente en nombre del ALALC, sin embargo a escala nacional lo que primaba era; el nacionalismo y las políticas autárquicas y proteccionistas, las barreras arancelarias y las aduanas y todo esto entraba en contradicción con esa declaración de crear una gran área de libre comercio. Este exceso de nacionalismo, de intervencionismo estatal, de presencia del estado en la economía y de autarquismo, es lo que llevó precisamente al fracaso de estos procesos de integración, los primeros que planteaban un ámbito continental.

Pero esto se va a modificar en la última década del siglo XX, cuando se cambie el enfoque y replantea la necesidad de contar con espacios, prácticamente continentales, hemisféricos, de integración regional.

Pasemos a un esquema diferente que era el que planteaba la necesidad de una integración subregional, es decir, achicar la escala, cambiar el foco, llevar la integración a ámbitos mucho más manejables de países, que de alguna manera, tenían más vínculos en común y así es como surge en primer lugar el Mercosur, el Mercado Común del Sur y luego la CAN la Comunidad Andina de Naciones.

Estos dos procesos van a surgir en un momento en el cual las expectativas de crecimiento económico en la región, estamos en la década de los 90, coincidentes con eso que se haría llamar el consenso de Washington, también con los procesos de privatización y achicamiento del estado, dieron lugar a una coyuntura económica sumamente favorable para las economías latinoamericanas y esto permitió que los intercambios comerciales entre los distintos países de cada una de las subregiones se incrementarán de forma exponencial.

Quizás, el Mercosur fue el paradigma de estos procesos de integración subregional, se convirtió en un modelo muy celebrado o quizás en la joya de la corona de estos procesos y en el referente de todo lo que podía ser un proceso de esta naturaleza. Inclusive, la Unión Europea apostó claramente por potenciar las relaciones con el Mercosur e inició rápidamente negociaciones con este bloque económico para intentar llegar a un acuerdo de Libre Comercio y sobre todo de asociación entre ambas partes.

Sin embargo, esta coyuntura, que a mediados de los 90 parecía provisional se fue diluyendo con el correr del tiempo y hoy estamos en una coyuntura radicalmente distinta. Se sigue poniendo mucho énfasis en la necesidad de potenciar el campo de la integración regional, en presentar ésta como la panacea para resolver todos los problemas existentes en América Latina, la integración regional como el arma que va a permitir acabar con el subdesarrollo y la pobreza, con la desigualdad y potenciar crecimiento de los países latinoamericanos pero, paradójicamente, cuando más se está hablando de la necesidad de la integración y de logros que se podrían conseguir, es cuando más afloran los conflictos bilaterales entre distintos países de la región.

En este momento, por ejemplo, las relaciones diplomáticas entre Venezuela, por una parte y México y Perú, por otra, por distintos motivos, están al borde de la ruptura. Las relaciones entre Argentina y Uruguay, como consecuencia de la construcción de dos fábricas de pasta de celulosa. En Uruguay, la situación también es complicada al punto de que Argentina decidió llevar el tema de una forma inusual, en lo que es la historia de las relaciones diplomáticas latinoamericanas, al Tribunal Internacional de La Haya.

Las razones de esos brotes de conflictos bilaterales son múltiples pero, en estos momentos los procesos de integración regional en América Latina tienen una serie de problemas que podríamos sintetizar, en un déficit y dos excesos. Un déficit de liderazgo y los dos excesos, uno de nacionalismos, y otro de retórica.

El déficit de liderazgo

¿Cuáles son los principales y más grandes países de la región?


Las grandes potencias regionales son dos, Brasil y México. Ninguno de estos países quiere asumir los costes y beneficios del liderazgo. Tampoco Argentina cuando pudo hacerlo, era un referente continental, lo hizo. En ese momento, el único país que es capaz de invertir en el liderazgo es Venezuela, a la cual como consecuencia del aumento importante del precio del petróleo (2006) le sobra liquidez para asumir la misma en un liderazgo continental.

Esto plantea una serie de problemas y de conflictos entre Brasil, por una parte, y Venezuela, por la otra, por el liderazgo en América del Sur.

No hay que olvidar que este enfrentamiento, hasta este momento, ha estado contenido y limitado debido a que:
- ninguno de estos países le importa que se haga público y exteriorice que tienen más que perder que ganar
- Brasil se plantea una política más de moderación, de tratar de influir sobre los excesos del gobierno de Hugo Chávez y
- sobre todo, porque el presidente Lula se vio inmerso en una campaña electoral muy complicada, en busca de su reelección.

A todo esto habría que añadir los conflictos entre Brasil y México por ver quién ostenta el liderazgo en la región porque ninguno quiere asumir los costos del liderazgo.

De todas maneras, estas dificultades entre ambos países dificulta conducir de una forma eficaz los procesos de integración regional y esto se puede ver en el proyecto brasileño respaldado por Venezuela y Argentina de crear una confederación sudamericana, una unión de repúblicas del sur donde México evidentemente se quedaría fuera. Es evidente que los vínculos de México con Estados Unidos y Canadá, al formar parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, de alguna manera ha limitado la influencia de ese país en el resto de América Latina.

El exceso de nacionalismo

A lo largo de la historia republicana en América Latina el nacionalismo era uno de los ejes sobre los cuales pivota una parte de la política de los distintos países y este exceso provoca -mientras que se habla de la necesidad de integrarse- que los países cedan cuotas de su soberanía en instancias supranacionales sin las cuales todo proceso de integración regional termina quedándose cojo. Esta falta de cesión de soberanía también dificulta y traba la integración regional.

El exceso de retórica

Acompaña constantemente a la política latinoamericana. Se habla del proyecto de Simón Bolívar, de unidad latinoamericana, se habla inclusive del ALBA la Alternativa Boliviariana de las Américas como contraparte al ALCA, al proyecto de integración comercial impulsado por los Estados Unidos, pero este exceso de retórica también lastra el proceso de integración regional toda vez que no define claramente cuáles son las coordenadas sobre las cuales debe moverse este proceso.

Queda plantearse la pregunta sobre el futuro de este proyecto de integración regional. Aquí hay distintas teorías que giran básicamente sobre el papel que debe tener la energía, concretamente el petróleo, y básicamente el gas, en este proyecto de integración regional y las referencias que se deben hacer a la CECA, a la Comunidad Europea de Carbón y el Acero, que es el primer referente inmediato de la unidad europea y es el proyecto que sirvió de amalgama precisamente para ir construyendo esa integración regional.
Avatar de Usuario
Eme
Tribuno
Tribuno
Mensajes: 4021
Registrado: 22 Oct 2008, 21:34
Ubicación: Sevilla

Re: Procesos integración en América Latina (I)

Mensaje por Eme »

:smt023 :smt039
"Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar." Marquesa de Sevigné.
Avatar de Usuario
Yaiza
Fenicio
Fenicio
Mensajes: 1307
Registrado: 18 Jun 2009, 17:38

Re: Procesos integración en América Latina (I)

Mensaje por Yaiza »

Muy bien, :D Muchísimas gracias.
Por encima de la torpeza y cobardía generales, aparece un ideal agrupador de regiones antagónicas y de clases en pugna, un ideal que extrae su fuerza del mutuo instinto de conservación y es el intelectual - no el poeta de ojos tristes
Responder