Procesos integración en América Latina (II)

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Pilux
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Procesos integración en América Latina (II)

Mensaje por Pilux »

22/01/2007

"HISTORIA POLÍTICA DE AMÉRICA LATINA. SIGLO XX"
Procesos de integración en América Latina (II)

Carlos Malamud


La integración regional en América Latina es, prácticamente, tan vieja como en Europa. Ésta ha comenzado en los años 50 y a principios de los 60 se va a crear la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) aunque en este terreno no se ha avanzado lo suficiente. De hecho, se puede observar que hay un gran desfase respecto a Europa y que si Europa ha dado pasos importantes en su integración regional, por más que en determinados momentos pueda parecer que esto se haga de una forma desordenada, no hay que olvidar logros tan importantes como la constitución de la Unión Europea o la instalación del Euro, mientras que, por otro lado, tenemos esa Europa de los 27 que es bastante difícil de gobernar, sobre todo sin la Constitución Europea.

De todas formas, sí es cierto que América Latina no ha avanzado todo lo rápido que debiera y esto se puede sintetizar en algunos problemas que ya han sido expuestos en la primera parte comenzando por ese déficit de liderazgo en el que ni Brasil y México quieren asumir su responsabilidades y también por el exceso de retórica, y de nacionalismo que se está haciendo patente.

Actualmente, pareciera que los proyectos de integración regional en América Latina no acabaran de encontrar el camino para desarrollarse, y sobre todo para consolidar. Existe la falsa creencia de que la sintonía política e ideológica que se vive en la región, eso que se ha dado a llamar el giro a la izquierda, iba a permitir la integración regional pero, en realidad, está pasando todo lo contrario.

Cuando se eligió a Lula y luego a Kirchner en Argentina y luego a Tabaré Vázquez en Uruguay parecía que el Mercosur iba a alcanzar su impulso definitivo y, sin embargo hoy, el sistema de integración en América del sur está pasando por momentos difíciles e inclusive dos países con gobiernos, teóricamente de izquierdas, como son Argentina y Uruguay tienen un conflicto enormemente exacerbado como es el conflicto de las pastas de celulosa, de las llamadas papeleras que se quieren construir en Uruguay, una es la empresa finlandesa, Botnia, y luego la empresa española Ence, que han generado una serie de tensiones entre dos países teóricamente bajo el mismo paraguas político e ideológico.

Se puede contemplar una serie de tensiones que se vive entre aquellos gobiernos y naciones que mantienen o sostienen posturas mucho más radicales, es el caso de Venezuela, de Bolivia y de Cuba que firmaron en mayo de 2005 el llamado tratado de Comercio de los Pueblos y habrá que ver si en este grupo de los países más radicales se van a encuadrar Ecuador y Nicaragua pero habrá que esperar los primeros pasos de sus gobiernos que en 2007 comenzarán su andadura.

Otro grupo de países que podríamos denominar moderados como Brasil, Chile, Argentina y otros entre los que se puede incluir países como Perú y otros como México o Colombia que tienen gobiernos englobados en lo que se podría definir como la derecha y estas tensiones se centran en el modelo a seguir en el proceso de integración.

Habrá que ver si este proceso de integración se va a realizar con los Estados Unidos o contra éstos, si se realizará en base a un tratado de libre comercio o sin él y esto es algo que tiene, de alguna manera, paralizadas las discusiones necesarias en torno a los avances necesarios de estos procesos en la región.
Otros problemas tienen que ver con el ámbito geográfico, si tiene que ser una cuestión exclusivamente, por una parte, de América del Sur versus México, América Central y del Caribe, por otro, o si por el contrario, tenemos que hablar de todo un proceso de integración regional a gran escala.

Es evidente que el radicalismo venezolano está planteando una serie de problemas a este proceso de integración, un radicalismo que quizás alcanzó sus momentos más brutales a fines de 2006, cuando Chávez comparó en la Asamblea General de las Naciones Unidas a Bush con el diablo, cuando hizo su encendido discurso donde dijo que aquí olía a azufre o cuando tomó juramento a su nuevo gabinete después de su reelección, cuando pidió la renuncia de Secretario General de la Organización de Estados Americanos, la OEA, a José Miguel Insulsa, un político socialista chileno de destacada trayectoria, le había pedido que no nacionalizara un canal de televisión.

La respuesta de Chávez fue igualmente brutal que en el caso anterior y trató a Insulsa de pendejo, y le pidió que renunciara a su puesto de secretario general, pero evidentemente, de insistir en este camino, Venezuela, y sobre todo Chávez corre el riesgo de aislarse cada vez más del resto del continente, algo que ya vimos con Cuba en los años 60. Después de la revolución cubana el gobierno de Fidel Castro se convirtió de alguna manera en el referente de la izquierda extraparlamentaria latinoamericana pero, en términos generales, en lo que hace a las relaciones concretas de Cuba con el resto de los países latinoamericanos es que la isla vivió en un aislamiento bastante importante y que impidió llevar adelante sus propuestas políticas.

Está claro que la situación de Venezuela no es exactamente la misma, que tiene algo que no tenía Cuba en los años 60, que son los recursos económicos generados, sobre todo, a partir de los elevados precios del petróleo que permiten que Venezuela tenga un remanente fiscal importante y que se utiliza en algunas situaciones para financiar programas sociales pero que también se está utilizando para financiar la política exterior expansiva y, sobre todo, agresiva del gobierno venezolano.

Si en el terreno político, y sobre todo económico, la situación es complicada, la integración, por el contrario, ha dado algunos pasos interesantes y en la buena dirección en algunas otras materias como las de seguridad y defensa.

Tras la llegada de la democracia en los años 80 en algunos países de la región como Brasil, Argentina y posteriormente Chile, hubo algunas medidas de confianza que permitieron reducir la tensión militar que se vivía entre estos países -recordemos que en 1978, por ejemplo, Chile y Argentina estuvieron a punto de entrar en guerra, que fue evitada por el Papa Juan Pablo II por su mediación a causa del trazado de límites fronterizos entre ambos países y que Brasil y Argentina durante décadas habían tenido como el principal supuesto de conflicto, enfrentamiento entre los ejércitos de ambos países.

Se insistió en el hecho de que América del Sur debía ser una zona libre de armas nucleares, se realizaron maniobras conjuntas entre los ejércitos de Brasil y Argentina, por una parte, y de Chile y Argentina, por el otro, hay reparación de equipos militares de un país en las instalaciones de otro país, y en el caso concreto de Chile y Argentina se ha avanzado de una forma activa en la transparencia presupuestaria alcanzando métodos de realización de los presupuestos aprobados por ambos países y que permiten la confianza entre los mismos y desactivando de esta manera supuestos de conflictos bastante importantes.

De este hecho, la seguridad en defensa va dando pasos sólidos y quizás donde se ha dado pasos más importantes en este terreno es en América Central, sobre todo en la lucha contra las maras, contra las bandas juveniles que tienen atemorizados algunos países como puede ser el caso de El Salvador o las dos clásicas maras, la mara salvatrucha y la mara 18. En este sentido lo que han tenido claro las autoridades de los países centroamericanos es que el combate contra el crimen organizado requiere de una forma cada vez más acelerada una concertación entre los gobiernos de ambos países, entre sus fuerzas de seguridad y esto es lo que ha permitido plantear una mayor coordinación que también ha acelerado al mismo tiempo la integración centroamericana dotando a este proceso de integración de unos mecanismos, no sólo económicos, comerciales y políticos, sino también policiales y militares bastante interesantes.

Sintetizando todo lo anterior, podríamos decir que estamos en un momento crucial para los procesos de integración regional y el futuro de los mismos va a depender de la capacidad que tengan los gobiernos, los países y los pueblos de la región y las sociedades de las mismas de dejar atrás la retórica y el nacionalismo que tanto daño han hecho en todas estas décadas, para poder comenzar a denegar porciones de soberanía e ir creando las instancias supranacionales necesarias que permiten avanzar definitivamente en la integración regional.

Si estas instancias supranacionales no se crean, la integración regional va a quedar nuevamente en papel mojado como ha quedado en todos estos años en los que tanto se habla de la integración regional pero, sin embargo, en lo que tan poco se ha hecho en América Latina.
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Yaiza
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Re: Procesos integración en América Latina (II)

Mensaje por Yaiza »

Felicidades mujer trabajadora :smt023 yo todavía no he empezado el asunto. Gracias.
Por encima de la torpeza y cobardía generales, aparece un ideal agrupador de regiones antagónicas y de clases en pugna, un ideal que extrae su fuerza del mutuo instinto de conservación y es el intelectual - no el poeta de ojos tristes
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Eme
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Re: Procesos integración en América Latina (II)

Mensaje por Eme »

:smt023 :smt039
"Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar." Marquesa de Sevigné.
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