Métodos escultóricos
Modelado
Proceso adictivo. Se trabaja con materiales blandos (arcilla, cera y yeso), dándoles forma con la mano o con instrumentos. Sirve muchas veces como procedimiento auxiliar o fase preparatoria para la talla. Al tratarse de un proceso de adicción, los errores pueden subsanarse a medida que se trabaja en la obra, añadiendo material a medida que se configura la pieza, directamente o con
barbotina, una arcilla muy plástica y diluida de gran adherencia. El bloque de arcilla en el que se realiza la escultura debe mantener una humedad constante. Se coloca sobre una superficie de yeso denominada batea que absorbe el agua sobrante y mientras se trabaja se humedece constantemente el barro para mantener la humedad. Una vez terminada la sesión de trabajo, se cubre la pieza con plástico o telas mojadas para evitar la evaporación. El bloque de arcilla se coloca sobre una mesa giratoria para poder trabajarla desde todos los puntos de vista. En ocasiones, si la pieza es grande, conviene construirla sobre un armazón de hierro denominado armadura. Una vez modelada la arcilla, se deja secar hasta que pierda toda el agua y se cuece en un horno a temperatura constante, un proceso denominado cochura. Una vez fría se puede pintar o esmaltar.
Hay dos tipos de modelado:
Modelado en sólido: Se utiliza para piezas pequeñas, partiendo del bloque de arcilla y dándole forma. Se emplean armaduras sobre los que se pega el barro, que se trabaja desde el centro de la pieza hacia fuera.
Modelado en hueco: Realizando la pieza en sólido y cuando tiene un poco de consistencia vaciar su interior. Una vez modelada la arcilla, se deja secar y se cuece en horno.
Los etruscos utilizan la terracota en esculturas de gran tamaño, especialmente sarcófagos, que se realizan con molde y se dejan secar al sol o se cuecen en horno. Dadas sus dimensiones, se realizan por partes que luego se ensamblan entre sí.
Sarcófago de los esposos, procedente de Cerveteri, 2ª mitad del siglo VI a.C. Arte etrusco.
Talla
Proceso sustractivo. La escultura surge al ir quitando material para configurar volúmenes y formas. Se utilizan materiales con cierta dureza y resistencia (madera, piedra). No es posible realizar correcciones.
Existen dos métodos para realizar una talla:
Talla directa: Se trabaja directamente sobre el material sin que existan modelos gráficos o previos.
Talla indirecta: Se hace un boceto previo en barro o yeso que sirve como referencia para realizar la talla. Se talla la pieza hasta "encontrar" dentro la forma deseada.
Talla en madera
La madera es uno de los materiales más utilizados en la talla debido a su fácil obtención y a que se obtienen buenos resultados. La talla depende del tamaño del tronco, así que para tallas grandes hay que trabajar en distintas piezas y luego ensamblarlas. Otro problema que presenta es su estructura de haces de fibras no homogéneas con cavidades internas, nudos y vetas. Estas irregularidades se revestían con ceras y lacas, metal, piedras preciosas, etc. dejando en su color natural sólo las maderas nobles.
Su carácter orgánico, la expone al ataque de insectos y mohos y la hace muy sensible a cambios de temperatura y humedad, que provocan grietas e hinchazones. Esto ha hecho que se hayan perdido muchos objetos de la antigüedad.
Desde el siglo XII hasta el XVI se trabaja preferentemente en un sólo bloque de madera que se suele vaciar para evitar que absorba humedad. Una vez concluida, se recubre la pieza con una capa de yeso que la prepara para recibir los colores al temple o pan de oro.
Magdalena. Donatello. (1454-55). Madera policromada y dorada. Museo de la Catedral de Florencia.
A partir del siglo XV comienza a dejarse la madera a la vista.
El arte contemporáneo retoma el uso escultórico de la madera, que ya no se pinta, pues se valora la veta, la fibra y su propio color, que se explotan como elemento expresivo.
Torso de un joven, Constantin Brancusi. (1917-22). Madera de arce y mármol. Museo de arte de Philadelphia.
Talla en piedra
En un principio se utiliza la talla directa, golpeando el bloque con otras piezas o instrumentos. A partir del siglo V a.C. ya se utilizaban en Grecia los bocetos preparatorios en barro que permiten dar un carácter más plástico a la escultura. Se comienza a utilizar el traslado de medidas desde el modelo al bloque a partir de los puntos más salientes tomados con
la plomada (cuerda con un peso al final que marca la vertical)
El definitor es un instrumento más preciso que consiste en un aro graduado horizontal que se coloca en la pared superior del modelo, en cuyo centro se fija un brazo giratorio graduado del que cuelga una plomada que llega hasta el suelo.
En el siglo XVIII se usará el
puntómetro para realizar una pieza del mismo tamaño que el modelo, marcando unos puntos en el bloque de piedra para después tallar la escultura, es como un compás mecánico.
Al elegir la piedra se ha de tener en cuenta su dureza y composición y la influencia que puedan tener los agentes metereológicos en ella. Han de ser compactas para evitar fracturas, y su colorido uniforme.
Micerinos (2500-2482 a.C.) IV D. Diorita verde. Arte Egipcio, Imperio Antiguo.
La talla en marfil: La eboraria
El marfil es fácil de tallar, aunque su longitud y curvatura son una limitación, por lo que la mayoría de las obras son pequeñas. El marfil se humedece con agua o aceite antes de trabajarlo para evitar que se astille y facilitar el corte (con los mismos instrumentos que la madera). Para obtener superficies planas, se cortan los colmillos longitudinalmente y se sumergen en una solución de vinagre y aceite de almendras que lo ablanda y facilita el trabajo con taladros pequeños. Una vez terminado, se pule con alguna sustancia abrasiva y se frota con lana para darle brillo.
El arte bizantino retomó el uso del marfil utilizando colmillos no sólo de elefante, sino también de morsa. En la mayoría de los casos están formados por dos placas unidas por bisagras en las que se representa un relieve. En el Marfil Barberini, se reproduce la imagen de un soberano a caballo, siguiendo la idea del retrato ecuestre de los emperadores de la antiguedad romana.
Marfil Barberini. Arte Bizantino. S.V. París, Museo del Louvre.

\"Una vida sin búsqueda no es digna de ser vivida\". Sócrates