Pintura y dibujo
Publicado: 02 Feb 2013, 20:00
PINTURA
Los componentes de la pintura son los pigmentos, disueltos en unas sustancias líquidas, los aglutinantes, que permiten su fijación en el soporte, y una serie de compuestos, los disolventes, que permiten dar a la pintura su consistencia deseada.
Los pigmentos deben tener poder cubriente (capacidad de opacidad), finura en la molienda (Para conseguir un acabado de superficie lisa), solidez (par hacer frente a la agresión de los agentes naturales) e inocuidad (para el fácil manejo del pintor).
La cromatología es la ciencia del color.
La tonalidad es el color propiamente dicho. Las variaciones de tono se denominan gama. Muchos pintores utilizan la veladura para hacer transiciones entre tonos. El conjunto de tonalidades dominantes en la obra de un pintor se conoce como paleta.
El matiz es la mezcla de un color puro con otros, en pequeña cantidad.
La luminosidad es el contenido de claridad u oscuridad que presenta un color.
El contraste entre zonas cromáticas de valores diferentes se conoce como claroscuro.
La saturación es la intensidad cromática o pureza del color.
La incredulidad de Santo Tomás de Caravaggio (1602). Pintura de Claroscuro.
En la Edad Media se representaba la luz divina confondos estrellados de oro.
Durante el Renacimiento los objetos luminosos y las sombras se aplican para representar la redondez.
Da Vinci cambia esta concepción aplicando toques de luminosidad a las figuras.
El color y la evolución en el uso de los pigmentos
Los pintores rupestres tomaban sus paletas de elementos naturales; en la Grecia clásica sólo se utilizaban cuatro colores (negro, blanco, rojo y amarillo).
En la Edad Media, los pintores mostraban los pigmentos más caros en grandes planos de color. Mientras en la pintura medieval los colores se aplicaban crudos y casi sin mezclas, la expansión de la pintura al óleo supuso un cambio en el uso de los pigmentos, sustituyendo el bermellón (rojo intenso) por lacas rojas más baratas y útiles para la técnica de la veladura.
En el primer renacimiento se utilizaba la grisalla, intentando imitar la escultura en piedra.
Grisalla de Hans Menling. "La Anunciación" (hacia 1460)
Desde el siglo XV se mezcla el azul y el amarillo para conseguir una amplia gama de verdes y reproducir el color de la naturaleza, abandonando el oro, que no está en ella.
Durante el Renacimiento, los mecenas determinaban los pigmentos a utilizar, especialmente los caros (rojo y azul).
En el siglo XVIII y tras el desarrollo de la química se dispuso de una amplia gama de pigmentos (azul de Prusia).
La fabricación industrial terminó con la elaboración artesanal de los colores que se vendía en tubos de estaño.
Los impresionistas aplicaron colores no utilizados hasta entonces y los neoimpresionistas proponían el uso científico del color en la pintura.
La composición y el espacio
La composición es la disposición ordenada de los medios plásticos materiales y formales que constituyen la obra pictórica. Todos los componentes están interrelacionados, de modo que si se suprime o modifica alguno de ellos, la obra se transforma en otra.
La línea limita los objetos, fija la apariencia de las cosas y permite la identificación y reconocimiento de las formas.
En el Renacimiento predominaba la línea y el dibujo. Los pintores venecianos desarrollaron posteriormente estilos más "pictóricos" donde las masas tonales dominaban en el resultado final. A principios del XVII se estableció la superioridad del diseño sobre el color.
El espacio es un ámbito inmaterial que forma parte y determina las formas artísticas. Toda obra pintada es un espacio real e imaginario definido por sus dimensiones geométricas y su naturaleza materia y por las fomas imaginarias que lo habitan.
Pintores primitivos (fondo sin profundidad)
Desde el Renacimiento hasta el siglo XX se concibe el espacio como un elemento infinito y unitario que debe reflejar lo que el ojo ve y conformarse la óptica y la geometría. Esto culmina con la perspectiva, por la que se representa la naturaleza en un sistema tridimensional.
La Santísima Trinidad de Masaccio (1427). Utiliza la perspectiva.
El cubismo distorsiona la visión monofocal del Renacimiento, introduciendo simultaneidad en la visión. El espacio cubista nos ofrece objetos que, sin perder nada de su aspecto exterior, se enriquecen con perspectivas interiores, como si dispusiéramos de dos clases de ojos, uniéndose una y otra visión en la misma mirada.
Las señoritas de Avignon. Picasso (1907)
Los componentes de la pintura son los pigmentos, disueltos en unas sustancias líquidas, los aglutinantes, que permiten su fijación en el soporte, y una serie de compuestos, los disolventes, que permiten dar a la pintura su consistencia deseada.
Los pigmentos deben tener poder cubriente (capacidad de opacidad), finura en la molienda (Para conseguir un acabado de superficie lisa), solidez (par hacer frente a la agresión de los agentes naturales) e inocuidad (para el fácil manejo del pintor).
La cromatología es la ciencia del color.
La tonalidad es el color propiamente dicho. Las variaciones de tono se denominan gama. Muchos pintores utilizan la veladura para hacer transiciones entre tonos. El conjunto de tonalidades dominantes en la obra de un pintor se conoce como paleta.
El matiz es la mezcla de un color puro con otros, en pequeña cantidad.
La luminosidad es el contenido de claridad u oscuridad que presenta un color.
El contraste entre zonas cromáticas de valores diferentes se conoce como claroscuro.
La saturación es la intensidad cromática o pureza del color.
La incredulidad de Santo Tomás de Caravaggio (1602). Pintura de Claroscuro.
En la Edad Media se representaba la luz divina confondos estrellados de oro.
Durante el Renacimiento los objetos luminosos y las sombras se aplican para representar la redondez.
Da Vinci cambia esta concepción aplicando toques de luminosidad a las figuras.
El color y la evolución en el uso de los pigmentos
Los pintores rupestres tomaban sus paletas de elementos naturales; en la Grecia clásica sólo se utilizaban cuatro colores (negro, blanco, rojo y amarillo).
En la Edad Media, los pintores mostraban los pigmentos más caros en grandes planos de color. Mientras en la pintura medieval los colores se aplicaban crudos y casi sin mezclas, la expansión de la pintura al óleo supuso un cambio en el uso de los pigmentos, sustituyendo el bermellón (rojo intenso) por lacas rojas más baratas y útiles para la técnica de la veladura.
En el primer renacimiento se utilizaba la grisalla, intentando imitar la escultura en piedra.
Grisalla de Hans Menling. "La Anunciación" (hacia 1460)
Desde el siglo XV se mezcla el azul y el amarillo para conseguir una amplia gama de verdes y reproducir el color de la naturaleza, abandonando el oro, que no está en ella.
Durante el Renacimiento, los mecenas determinaban los pigmentos a utilizar, especialmente los caros (rojo y azul).
En el siglo XVIII y tras el desarrollo de la química se dispuso de una amplia gama de pigmentos (azul de Prusia).
La fabricación industrial terminó con la elaboración artesanal de los colores que se vendía en tubos de estaño.
Los impresionistas aplicaron colores no utilizados hasta entonces y los neoimpresionistas proponían el uso científico del color en la pintura.
La composición y el espacio
La composición es la disposición ordenada de los medios plásticos materiales y formales que constituyen la obra pictórica. Todos los componentes están interrelacionados, de modo que si se suprime o modifica alguno de ellos, la obra se transforma en otra.
La línea limita los objetos, fija la apariencia de las cosas y permite la identificación y reconocimiento de las formas.
En el Renacimiento predominaba la línea y el dibujo. Los pintores venecianos desarrollaron posteriormente estilos más "pictóricos" donde las masas tonales dominaban en el resultado final. A principios del XVII se estableció la superioridad del diseño sobre el color.
El espacio es un ámbito inmaterial que forma parte y determina las formas artísticas. Toda obra pintada es un espacio real e imaginario definido por sus dimensiones geométricas y su naturaleza materia y por las fomas imaginarias que lo habitan.
Pintores primitivos (fondo sin profundidad)
Desde el Renacimiento hasta el siglo XX se concibe el espacio como un elemento infinito y unitario que debe reflejar lo que el ojo ve y conformarse la óptica y la geometría. Esto culmina con la perspectiva, por la que se representa la naturaleza en un sistema tridimensional.
La Santísima Trinidad de Masaccio (1427). Utiliza la perspectiva.
El cubismo distorsiona la visión monofocal del Renacimiento, introduciendo simultaneidad en la visión. El espacio cubista nos ofrece objetos que, sin perder nada de su aspecto exterior, se enriquecen con perspectivas interiores, como si dispusiéramos de dos clases de ojos, uniéndose una y otra visión en la misma mirada.
Las señoritas de Avignon. Picasso (1907)